• Descubre las cuatro Villas de la Sierra Norte

    ¿Aún no conoces las cuatro de las once villas de la Comunidad de Madrid que se encuentran dentro de la Sierra Norte?

    Patones, Torrelaguna, Buitrago del Lozoya y Rascafría destacan por su gran patrimonio histórico y cultural, logrando el calificativo de “Villas de Madrid”. En este blog te proponemos un itinerario en coche, dividido en dos días, por estos cuatro municipios para que puedas conocer un poco más del extenso patrimonio serrano, así que estad atentos.

    Día 1: Patones y Torrelaguna

    En este día nos centraremos en el Valle del Jarama, ubicado al sureste de la Sierra Norte de Madrid. Esta zona destaca por su paisaje, contrastando su roca caliza con el granito al que estamos acostumbrados a ver en el resto de nuestro territorio.

    Comenzamos nuestro viaje en Patones, un municipio dividido en dos núcleos urbanos, Patones de Arriba y Patones de Abajo. Patones de Arriba es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de pizarra negra en la Comunidad de Madrid. Gracias a su valor etnográfico y ambiental fue declarado Bien de Interés Cultural en la Categoría de Conjunto Histórico en el año 1999.

    Entre sus atractivos encontramos la Iglesia de San José (datada del siglo XVII), las eras, el lavadero y la Fuente Nueva (siglo XX). El Cerro de la Oliva nos muestra que Patones ya estaba habitada desde los albores de nuestra historia, pues en este yacimiento encontramos restos arqueológicos de diferentes ocupaciones que abarcan desde la prehistoria, pasando por la época romana, visigoda y la Edad Media.

    Este Pontón y Cerro de la Oliva lo recorreremos a través de una ruta de senderismo mediante la cual viajaremos al pasado para conocer cómo ha cambiado a forma de vida en Patones con el paso del tiempo.

    Después de visitar este magnífico lugar aprovecharemos para descansar y probar la gastronomía serrana en esta misma localidad, en sus tabernas, asadores y restaurantes.

    Continuamos nuestra ruta hacia Torrelaguna, situada a 10 km del destino anterior. Al igual que Patones, Torrelaguna tiene sus orígenes en la prehistoria, y alcanzó su apogeo a finales del siglo XV, época del Cardenal Cisneros. Su incalculable patrimonio hizo que esta localidad fuera declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1973. Visitaremos todo su patrimonio cultural, entre el que se encuentra: la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena, un magnífico exponente del gótico madrileño de los siglos XV-XVII; la Atalaya de Arrebatacapas, una de las seis atalayas que se construyeron en la vega del Jarama entre los siglos IX y X para proteger a Toledo; los restos de la muralla y el Arco de Burgos, que protegían a sus habitantes durante la época medieval; y otros monumentos y lugares importantes como el Convento de las Hermanas Concepcionistas Franciscanas Descalzas (S. XVI) o el Monasterio Franciscano (también datado del siglo XVI).

    Torrelaguna ha sido protagonista de la presencia de muchos personajes ilustres de nuestra historia, entre los que se encuentra María Toribia, más comúnmente conocida como Santa María de la Cabeza. Es a ella a quien rinde homenaje la Ermita de Nuestra Señora de la Paz (o de Santa María de la Cabeza), el santuario mariano más antiguo de Madrid.

    Pasaremos la noche en este insólito lugar donde sus gentes nos cobijarán con su gentileza serrana bajo los techos de sus alojamientos más rurales.

    Día 2: Buitrago del Lozoya y Rascafría

    Nuestro segundo día lo pasaremos en el Valle del Lozoya, denominado así gracias al río principal que recorre la Sierra Norte de Madrid, el Río Lozoya.

    Dejando atrás la Villa de Torrelaguna nos embarcamos rumbo a Buitrago del Lozoya, ubicado en la zona Media del Valle con el que comparte nombre, está casi enteramente rodeado por el mismo río. Posee un total de seis Bienes de Interés Cultural, entre ellos, el casco antiguo de la villa, el Castillo de los Mendoza, el Hospital y el Recinto Amurallado (el conjunto fortificado más singular y mejor conservado de la Comunidad de Madrid, datado entre los siglos XI y XII, en el que se encuentra el mencionado Castillo, la Iglesia de Santa María del Castillo, la muralla medieval y la Torre del Reloj).

    De época más reciente es el Museo Picasso, situado en el Ayuntamiento de la localidad, el cual conserva las más de 60 obras que legó el artista a su peluquero y gran amigo Eugenio Arias.

    Además del espectacular patrimonio cultural, Buitrago también posee una gran riqueza gastronómica (pararemos aquí a comer durante nuestro viaje) y natural. Consta de dos miradores desde donde podemos obtener una vista privilegiada del municipio y, cerca del río, encontramos la empresa Aventura Sierra Norte, dedicada al alquiler de piraguas, con las que recorrer el río Lozoya mientras disfrutas de las vistas de la muralla medieval.

    En todas las épocas del año, podemos encontrar distintas fiestas de las que disfrutar en esta localidad, como el Belén Viviente en Navidad, el festival de música Clásica Marqués de Santillana en julio o la Feria Medieval en septiembre.

    Nuestra última parada la haremos en el término municipal de Rascafría, situado en la zona alta del Valle del Lozoya, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

    Tal vez lo que más se conozca de esta localidad sea el Real Monasterio de Santa María de El Paular, la I Cartuja del reino de Castilla, fundada a finales del siglo XIV. Es un ejemplo de arquitectura gótica, con unos antecedentes que remarcan su identidad vinculada a la cultura y al arte desde sus inicios. En ella, los monjes fabricaban papel durante siglos a través de un batán. Los tesoros artísticos que cobija el monasterio han aumentado con la restauración y recolocación de la colección de 52 cuadros y murales realizados entre 1626 y 6132, por el artista barroco Vicente Carducho.

    Pero este Monasterio no es el único atractivo de Rascafría que visitaremos hoy. Muy cerca de esta cartuja encontramos el llamado Bosque Finlandés, lugar idóneo para pasear tranquilamente, escuchando los sonidos de la naturaleza, libre de ruidos urbanos, y respirando la paz de un aire puro apartado de la civilización. Para llegar a este insólito lugar, primero debemos cruzar el Puente del Perdón, construido por monjes para sustituir el antiguo que allí se encontraba, de madera. Su nombre se debe a que en ese lugar los reos tenían la posibilidad de apelar su sentencia por una última vez e intentar cambiar su condena.

    Además de estos lugares, Rascafría también tiene otros sitios de interés como la Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol, La Casona, las Serrerías Belgas, la Finca de los Batanes, el Puente de la Reina o las Estaciones de montaña de Valcotos y Valdesquí.

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