Hoy, os hablaremos de los Valles Medio y Bajo del río Lozoya. Durante este recorrido, cruzan el río 4 puentes, retienen sus aguas 4 presas y se presentan a ellas terrenos de 8 municipios: Buitrago de Lozoya, Puentes Viejas (cuatro núcleos de población), Berzosa del Lozoya, Robledillo de la Jara, Cervera de Buitrago, El Atazar, El Berrueco y Patones (que integra a Patones de Arriba y Patones de Abajo).
Durante los siglos XVI y XVII, esta comarca vivió su gran apogeo, a lo que contribuyó el asentamiento de una población muy numerosa de judeoconversos dedicada al comercio y a distintos oficios. Su patrimonio provenía de la ganadería, sobre todo ovina, y el esquileo.
Pero a finales del siglo XVIII, su economía sufrió un importante revés al comenzar a decaer el comercio de la lana, debido a la comercialización del vellón procedente del exterior con precios más bajos y a la depreciación de la lana propia, al bajar su calidad. Aun así, hasta el siglo XIX y principios del XX, la economía de toda la comarca continuó basándose en la actividad ganadera.
Además, estas poblaciones tenían una agricultura de subsistencia: trigo, centeno y lino, con el complemento de pequeñas huertas. Explotaban los bosques para satisfacer sus necesidades de madera y hacer carbón vegetal, del que una parte importante era acarreada hasta la Corte durante los siglos XVIII y XIX.
En la segunda parte del siglo XX, durante las décadas de los sesenta y setenta, se produce una gran pérdida de población en estas zonas, debido al éxodo rural a la capital, en busca de trabajo en las industrias. Y, al mismo tiempo, los embalses y la naturaleza única de la sierra comienzan a atraer a curiosos turistas, que disfrutan de pasar su tiempo en la zona. Os invitamos a seguir sus pasos a través de la amplia oferta de actividades acuáticas que se pueden realizar en el río Lozoya.
Al comienzo del curso medio del río, se encuentra Embalse de Riosequillo, en Buitrago de Lozoya. Este se planificó para solventar los problemas de escasez de agua potable provocados por el aumento de población en la capital, después de la Guerra Civil.
Buitrago del Lozoya fue marcado en el siglo XIX por otro hito histórico, que influyó en las poblaciones de toda la comarca: la Guerra de la Independencia. Su recinto amurallado, de origen árabe con diversas ampliaciones medievales, fue incendiado en 1808 por las tropas napoleónicas. Hoy, es el único que se mantiene entero y el mejor conservado en la Comunidad de Madrid. Os animamos a visitarlo y sumergiros en un viaje al pasado medieval de este singular pueblo.