• Agua, embalses, puentes y pueblos del río Lozoya - Parte 2. Emilio Ramírez

    Hoy, os hablaremos de los Valles Medio y Bajo del río Lozoya. Durante este recorrido, cruzan el río 4 puentes, retienen sus aguas 4 presas y se presentan a ellas terrenos de 8 municipios: Buitrago de Lozoya, Puentes Viejas (cuatro núcleos de población), Berzosa del Lozoya, Robledillo de la Jara, Cervera de Buitrago, El Atazar, El Berrueco y Patones (que integra a Patones de Arriba y Patones de Abajo).

    Durante los siglos XVI y XVII, esta comarca vivió su gran apogeo, a lo que contribuyó el asentamiento de una población muy numerosa de judeoconversos dedicada al comercio y a distintos oficios. Su patrimonio provenía de la ganadería, sobre todo ovina, y el esquileo.

    Pero a finales del siglo XVIII, su economía sufrió un importante revés al comenzar a decaer el comercio de la lana, debido a la comercialización del vellón procedente del exterior con precios más bajos y a la depreciación de la lana propia, al bajar su calidad. Aun así, hasta el siglo XIX y principios del XX, la economía de toda la comarca continuó basándose en la actividad ganadera.

    Además, estas poblaciones tenían una agricultura de subsistencia: trigo, centeno y lino, con el complemento de pequeñas huertas. Explotaban los bosques para satisfacer sus necesidades de madera y hacer carbón vegetal, del que una parte importante era acarreada hasta la Corte durante los siglos XVIII y XIX.

    En la segunda parte del siglo XX, durante las décadas de los sesenta y setenta, se produce una gran pérdida de población en estas zonas, debido al éxodo rural a la capital, en busca de trabajo en las industrias. Y, al mismo tiempo, los embalses y la naturaleza única de la sierra comienzan a atraer a curiosos turistas, que disfrutan de pasar su tiempo en la zona. Os invitamos a seguir sus pasos a través de la amplia oferta de actividades acuáticas que se pueden realizar en el río Lozoya.

    Al comienzo del curso medio del río, se encuentra Embalse de Riosequillo, en Buitrago de Lozoya. Este se planificó para solventar los problemas de escasez de agua potable provocados por el aumento de población en la capital, después de la Guerra Civil.

    Buitrago del Lozoya fue marcado en el siglo XIX por otro hito histórico, que influyó en las poblaciones de toda la comarca: la Guerra de la Independencia. Su recinto amurallado, de origen árabe con diversas ampliaciones medievales, fue incendiado en 1808 por las tropas napoleónicas. Hoy, es el único que se mantiene entero y el mejor conservado en la Comunidad de Madrid. Os animamos a visitarlo y sumergiros en un viaje al pasado medieval de este singular pueblo.

    La vida de los pueblos del Valle del Lozoya ha estado marcada por sus aguas

    Continuando por el descenso del río, encontramos los pueblos de Manjirón, Cinco Villas, Paredes de Buitrago y Serrada de la Fuente, que integran el municipio de Puentes Viejas y rodean el embalse del mismo nombre. En Paredes de Buitrago, su bosque, además de una espectacular naturaleza, alberga una serie de construcciones militares semienterradas que forman parte del Frente del Agua, uno de los escenarios principales de la Guerra Civil española, que os invitamos a visitar a través de una ruta de senderismo, en el que ambos bandos pretendían hacerse con el control del Embalse de Puentes Viejas, desde el que llegaba el agua a la capital.

    Más adelante, se localiza el Embalse de El Villar, que recibe su nombre por su ubicación junto al histórico Puente de El Villar, hoy sumergido en las aguas del río, que en esta zona baña las orillas de Robledillo de la Jara.

    El Embalse de El Atazar es el último en el curso del río y uno de los más conocidos del lugar. En sus orillas, reclaman la atención de los visitantes las eras del pueblo de El Atazar, situadas de forma escalonada en la ladera del monte en que se asienta el núcleo urbano. Este pueblo ha permanecido muy aislado, siendo uno de los concejos abiertos existentes en la Comunidad de Madrid hasta hace pocos años, ya que su población no rebasaba los 100 habitantes.

    El Berrueco es otro enclave importante de la zona y constituía un lugar estratégico en la frontera que separaba a cristianos y a musulmanes, formando parte de la Marca Media. En ella se fueron estableciendo torres de vigilancia con la misión de avisar de las intromisiones o ataques de los cristianos. Hoy, se conserva una de ellas en el término de este municipio. Su cercanía al Embalse de El Atazar hace que sea uno de los más sobresalientes balcones para asomarse a éste. No podéis pasarlo de largo.

    Muy poco antes de que el Lozoya se vacíe en el Jarama, se encuentran los restos de la primera presa construida en el Lozoya para abastecer de agua a Madrid, el Pontón de la Oliva (1856), que no pudo utilizarse a causa de las filtraciones en su soporte, que la tecnología de la época no pudo solucionar. Os recomendamos visitarla, ya sea por vuestra cuenta o a través de una visita guiada a cargo de la Oficina de Turismo de Patones. Y si sois intrépidos escaladores, esta también es vuestro enclave.

    Dónde el Lozoya se encuentra con el Jarama, nos topamos con las tierras de Patones, integradas por dos núcleos de población. El primero, Patones de Arriba, se construyó en época medieval y es famoso por sus casas de pizarra y sus calles enrevesadas. Por un sendero entre olivares, se llega a Patones de Abajo, construido por habitantes de Patones de Arriba que fueron descendiendo al llano durante el siglo pasado. A través de varias rutas de senderismo propuestas por la Oficina de Turismo del lugar, podréis disfrutar de este municipio, que ya ha cautivado a muchos corazones inquietos.

    El Valle del Lozoya es un lugar de increíble naturaleza, cuya vida ha estado marcada por la presencia de sus aguas fluviales y su orografía, como por la historia de sus pueblos. Os animamos e invitamos a venir y disfrutar de este excepcional enclave, sus tradiciones y su gente.

     

    Este texto es el resumen de la segunda parte del trabajo realizado por Emilio Ramírez: “Puertas y balcones al Lozoya”, que ha puesto a disposición de Sierra Norte de Madrid. Y que podéis leer al completo pinchando aquí.

     

    Os recordamos que los instrumentos de ordenación y gestión vigentes prohíben el baño en la totalidad de la cuenca hidrográfica del río Lozoya. Las únicas zonas de baño autorizado en toda la cuenca son el área recreativa de Las Presillas, en Rascafría, y el área recreativa de Riosequillo, en Buitrago del Lozoya.

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