“PAREDES QUE HABLAN” es un proyecto innovador del Centro de Innovación Turística Villa San Roque, financiado por Unión Europea – Next Generation EU, que ha dado como resultado un museo al aire libre consistente en 42 murales artísticos ubicados en distintos municipios de la Sierra Norte de Madrid.
Para su visita os proponemos 6 recorridos agrupados por municipios cercanos, donde podréis descubrir el trabajo creativo de más de 30 artistas de reconocido prestigio en el arte urbano, que han contribuido no sólo a embellecer los cascos urbanos de nuestros pueblos, sino también, a poner en valor su identidad rural, conectando el arte con la naturaleza que los rodea.
Os animamos a descubrir la riqueza natural y cultural de este territorio de la mano del arte.
Más información en:
www.sierranortemadrid.org
@paredesquehablan_sierranorte


Nuestra ruta comienza en Rascafría, un pueblo ubicado en pleno Valle Alto del Lozoya, que destaca por su alto valor paisajístico y que ha servido de inspiración a la propuesta del artista Brea.
Brea ha querido destacar elementos micológicos como el boletus edulis, además de la fauna del lugar, representando la cabra montesa, el corzo y la flora local, que vemos interpretada en el tejo y el geranio del Paular.
Alameda del Valle – Alegría del Prado
Seguimos con el coche hasta Alameda del Valle, municipio donde los artistas han representado en un mural una cigüeña, un animal a la vista común pero que es emblemático en la zona, situándolo, así como símbolo de identidad de este pueblo.
Alegría del Prado propone una metáfora visual: sembrar como acto que mira a las nuevas generaciones como tierra fértil donde germina el respeto por los demás seres vivos.
Pinilla del Valle – Caín Ferreras
Apenas a 5 minutos en coche está el pueblo de Pinilla del Valle, donde hay una gran colonia de cigüeñas instaladas en los árboles que rodean el municipio.
El artista Caín Ferreras ha reflejado esta particularidad representado un gran nido en el que se encuentran una cigüeña y dos crías, simbolizando el asentamiento duradero que se prolonga generación tras generación.
Seguimos en coche, bordeando el embalse de Pinilla y llegaremos a Lozoya. En este municipio, el artista ha trabajado a partir de la interpretación de una antigua fotografía de la localidad en la que se ve a un grupo de personas montadas en un carro tirado por bueyes.
Según cuentan los vecinos, el carro, que en ese instante descansa para que beban los animales, se dirigía hacia una fiesta. Peralta muestra un retrato aparentemente entrañable de una época distinta a la nuestra.
Gargantilla del Lozoya – Moxaico
El siguiente destino es Gargantilla del Lozoya, localidad donde Juana de Castilla contrajo matrimonio con el rey Alfonso V de Portugal a la temprana edad de 12 años. En esta pintura, el artista ha representado una escena en la que podemos observar un retrato de Juana de Castilla (conocida como “La Beltraneja”) sobre un fondo de colores sobrios y acordes al entorno que aluden a la sufrida vida de la retratada.
Nos dirigimos para terminar el recorrido al municipio de Canencia, en esta ocasión, Furyo hace un guiño a la toponimia de Canencia. Algunos historiadores citan que Canencia probablemente provenga de canes -perros en latín-, y es que según cuenta la historia el término municipal fue probablemente utilizado como coto de caza de la Corona de Castilla. Por ello, en la pintura mural el artista representa varios perros de caza con un estilo figurativo propio de su investigación y estilo artístico.
La ruta comienza en el municipio de Somosierra, donde tuvo lugar en 1808 la batalla de Somosierra, hecho histórico que ha servido de fuente de inspiración para el mural de la localidad. Sin entrar en un aspecto bélico, Sake ha rescatado el relato de la batalla para homenajear este hecho histórico relevante para la zona. A través de un mural figurativo, el artista ha representado a ambos bandos con sus elementos característicos.
Seguimos con el coche hasta Robregordo, municipio que en la actualidad cuenta con habitantes de numerosas nacionalidades. La multiculturalidad que Eva Mena refleja en su trabajo se muestra de manera especial en este mural, donde, por un lado, ha querido presentar la migración a través de una Collalba Gris (Oenanthe Oenanthe), un ave migratoria de alta y media montaña que es una especie estival en toda Europa. El ave se posa sobre una rama de acebo, haciendo alusión al bosque de acebos de Robregordo, considerado uno de los mejor conservados de la Comunidad de Madrid. Por otro lado, la artista ha fotografiado a dos lugareñas, Celsa y Marina. Celsa mira al pasado, recoge todo el conocimiento y costumbres del lugar, mientras que Marina mira al futuro, sumando bagajes.
Continuamos nuestro camino hacia La Acebeda, donde el artista Emilio Cerezo emplea un estilo abstracto para hacer un homenaje al acebo, representando las formas puntiagudas de sus hojas y una gama de colores en verde y rojo, haciendo alusión a su fruto. A esto se suma la importancia del agua en movimiento, el fluir y el sonido de ésta corriendo por la pequeña acequia cerca del muro, que sirve de inspiración al artista para plasmar líneas largas y sinuosas.
Villavieja del Lozoya – Eloise Gillow
Apenas a 13 minutos en coche se encuentra Villavieja del Lozoya. En esta pintura mural, la artista muestra una escena en la que podemos ver a varias personas pasando un día en el campo, en comunidad. Con esta composición, Gillow nos habla de los lazos vecinales, la relación comunitaria y la cercanía que propicia la vida en el pueblo.
Seguimos hasta Gascones, donde el artista ha querido visibilizar “la fuerza y resistencia de las mujeres rurales, históricamente invisibilizadas, pero que son guardianas de tradiciones y saberes ancestrales”. En esta pintura podemos ver a una mujer cargando unos cencerros que sostiene con las manos pegadas al cuerpo.
La Serna del Monte – Caín Ferreras
Continuamos nuestro recorrido hasta La Serna del Monte. En la pintura mural realizada por Caín Ferreras pueden verse dos manos que se estrechan. Este gesto representa el acto de cerrar un trato y hace alusión al origen del pueblo ya que fue un punto importante donde tenía lugar la compraventa de ganado. Así, el artista refleja la importancia del valor del gesto como lenguaje y nos invita a una reflexión sobre su preservación.
Braojos de la Sierra – Lydia Pinaglia
Terminaremos la ruta en Braojos de la Sierra, localidad en la que la muralista ha representado a “La bailadora de braojotas”, homenajeando a las bailaoras de la localidad. En esta pintura podemos ver una mujer de espaldas que viste el traje típico serrano cuya falda suele ser roja, morada o verde.
Nuestra primera parada es Cinco Villas, localidad ubicada en las cercanías de la presa de Puentes Viejas y el embalse de El Villar. Ambos son fundamentales en el suministro de agua para la comunidad de Madrid. Este hecho ha servido de inspiración a Moxaico para representar el lado más mitológico del agua a través de una pintura figurativo-realista sobre las deidades del nacimiento de las aguas, las náyades o ninfas del agua dulce.
Seguimos nuestro camino por la M-135 hasta llegar a Mangirón, localidad que se encuentra rodeada por el río Lozoya. Con este mural, el artista nos habla de la relación entre el ser humano y el control de la naturaleza: delimitar, expandir, intervenir, e incluso, controlar el transcurso natural del agua. En la composición se superponen dos aguas, una en calma, donde los colores del cielo y la vegetación se ven reflejados de una manera sintética mediante un degradado de color. Y sobre ésta, contenida en una elipse, una explosión de agua en movimiento, el flujo controlado en la Presa del Villar.
Paredes de Buitrago – Lydia Pinaglia
Continuamos el recorrido en coche hasta Paredes de Buitrago, localidad que fue línea de frente durante la Guerra Civil Española. “El Frente del Agua”, como se conoce en la actualidad, fue esencial para el control de los embalses cercanos. En esta pintura, la artista nos propone un retrato de esa generación que reconstruyó el pueblo y trabajó los campos. Su objetivo es visibilizar la historia y que, de alguna manera, esta importante generación no se pierda en el olvido.
Serrada de la Fuente – Alba Fabre
Apenas a 4 minutos en coche está Serrada de la Fuente. En este mural, Alba Fabre representa una escena cotidiana en la que nos habla del vínculo entre los animales y las personas, un lazo mutuo y esencial que, lamentablemente, se debilita con el paso del tiempo, como ocurre con oficios tradicionales asociados al modo de vida más rural.
En pleno corazón del Valle Bajo del Lozoya encontramos nuestra siguiente parada: Berzosa del Lozoya. La pintura realizada por Doa Oa en este municipio se titula “Reforestando Cistus Ladanifer”, haciendo referencia a una planta esencial del paisaje de la zona, la jara pringosa.
Robledillo de la Jara – Pekolejo
Para continuar, seguimos nuestra ruta hasta llegar a Robledillo de la Jara, localidad que debe su nombre al predominio de la jara en su entorno natural. Esta pintura es un homenaje al origen: “la belleza de las flores proviene de sus raíces”, esta frase del filósofo R.W.Emerson guía su propuesta. En el centro de la imagen, la figura de carácter femenino abre su pecho de manera enérgica ofreciendo desde su interior vida y luz en forma de ramilletes de jaras. Esta imagen, afirma Pekolejo, simboliza la capacidad de la naturaleza para reproducirse y generar un entorno adecuado para la vida.
Puebla de la Sierra – Pablo Astraín
Continuando por la sinuosa carretera con magníficas panorámicas que lleva a Puebla de la Sierra, encontramos un pintoresco y recóndito municipio ligado a la ciudad de Osaka (Japón) -la localidad tiene un museo con obras de artistas japoneses-, lo cual invita al artista a representar una Magnolia Stellata. La flor destaca por su delicadeza, mostrando una paleta de color completa y un contraste amplio en contraposición a una paleta más reducida y apagada en el fondo, integrándose en el entorno.
Cervera de Buitrago – Dúo Amazonas
Terminaremos la ruta en Cervera de Buitrago, municipio en el que tiempo atrás era común que las niñas trabajaran como pastoras en el campo. Con este mural, en el que enfatizan los cuerpos y gestos de estas mujeres con objetos que remiten a ese momento de sus vidas, las artistas rinden homenaje a su labor, a la unión entre ellas y a sus historias, a la vez que revisan esta tradición con un enfoque actual.
Las Navas de Buitrago – Taquen
Nuestro recorrido comienza en Las Navas de Buitrago, localidad en la cual los corzos son fauna característica. En esta pintura el artista representa el movimiento de estos cérvidos, donde los planos de color tierra y las líneas orgánicas características de su pintura se integran con la arquitectura del edificio y del entorno.
Continuamos nuestro camino hacia El Berrueco, localidad donde uno de los oficios más característicos es la cantería. La tradición cantera se ve reflejada en la arquitectura popular local evidente en sus dinteles y pilares, y proporcionando una identidad propia al pueblo. En la composición de esta pintura mural, Tinoco muestra un grupo de canteros trabajando la piedra del mismo modo en que se hacía en el pasado, enfatizando las herramientas y procedimientos, así como la fractura artesanal del trabajo de la cantería.
A unos 12 km está nuestra siguiente parada: Torrelaguna, localidad donde se ubica el milagro de Santa María de la Cabeza, que cruzó el río Jarama sobre un mantón para desmentir su acusación de adúltera. Linacero ha reinterpretado este milagro y nos cuenta que “independientemente de su carácter religioso, esta historia se basa en una desagradable narrativa que habla de una realidad que nos acompaña hasta hoy”. Este mural recuerda no solamente a Maria Toribia, -Santa María de la Cabeza-, sino a tantas otras mujeres que, como ella, han sido y serán calumniadas por ser mujeres, y a las que no puede salvar un milagro, sino que solo puede salvarlas el cambio social.
Torremocha del Jarama – Manolo Mesa
Seguimos con el coche hasta llegar a Torremocha del Jarama, donde Manolo Mesa ha realizado un díptico mural que titula “Un monumento no intencionado”. Esta pintura nos muestra objetos, materiales y materia prima que pueden encontrarse en la localidad y que le permiten trasladar información del pasado al presente e, incluso, hacia el futuro.
Patones – Belén Sierra + Ana Irigoyen
Continuamos surcando el Valle del Jarama y nos desplazamos hasta Patones. En esta pintura, observamos que la composición se enmarca con una cenefa en la que, entre otros, se han representado fauna como el gallo, la abubilla, el herrerillo y el busardo ratonero y flora como las higueras, olivos y tomates característicos de las huertas de Patones. Además, los elementos nos adentran en la historia del Rey de Patones, la arquitectura y el entorno natural.
Terminamos la ruta en el pueblo de El Atazar. En este caso, la artista ha realizado una pintura mural en la que representa una escena costumbrista. En este bodegón, podemos ver reflejadas la riqueza de la tierra, su fertilidad para hacer crecer diversas frutas sin dificultad, como el melocotón o el higo, que la artista representa junto a elementos y objetos que los propios vecinos han prestado para esta composición.
Nuestra ruta comienza en el Valle Medio del Lozoya, en el pueblo de Gandullas. En este mural, el artista se ha inspirado en la fragua de la localidad, realizando una composición a partir de una recopilación de escenas y acciones en la creación de herramientas tradicionales como son la hoz, la herradura y un hacha. En la composición se muestran varias escenas en movimiento haciendo hincapié en la constancia y desempeño físico que conllevan.
Madarcos – Virginia Bersabé y Sojo
Apenas a 10 minutos en coche está el pueblo de Madarcos, donde podrás disfrutar de dos murales diferentes. Virginia Bersabé, pone el foco en su mural en la mujer mayor y el patrimonio humano de Madarcos. En esta pintura mural, se observan las manos de una mujer de edad avanzada reposando sobre un vestido de flores, nos transmite la serenidad y el descanso propios de una vida llena de vivencias, emociones y sensaciones.
Por otro lado, Sojo, nos habla en su mural de la infancia como una etapa fundamental de la vida, cargada de aprendizajes y descubrimientos. Muestra una escena que enfatiza la importancia de la enseñanza y la transmisión de conocimientos a generaciones de niños y niñas de la comunidad.
Seguimos con el coche hasta Horcajo de la Sierra, localidad donde el artista se ha inspirado en el entorno y la identidad del pueblo partiendo de una reflexión sobre los “huertos de las regueras”. Ha representado una rama de un membrillero en la que se observa también el fruto y que abraza la arquitectura del edificio definiendo el paraje en el que se encuentra, hablándonos de la vida de la localidad y lanzado un mensaje que pone en valor el cuidado y preservación de las huertas.
Montejo de la Sierra – Pablo Zabala / Sojo
El siguiente destino es Montejo de la Sierra, municipio que también cuenta con dos murales. Pablo Zabala, se adentra en el Hayedo de Montejo, enfocando un instante en el cual la luz atraviesa el bosque y da lugar a diferentes gamas cromáticas, transmitiendo un momento sensorial que nos transporta a este espacio natural.
Por otro lado, Sojo, ha representado una instantánea en la que podemos ver una mujer bailando una ronda de jota poniendo el foco en el mantón bordado que porta. El Folklore, y la jota, se mantienen vivos en esta localidad a través de sus fiestas patronales, que se celebran anualmente.
En este mural, el artista Sojo representa unas ramas del pero, una variedad tradicional del manzano de intenso olor y sabor, que tiene gran relevancia para esta localidad, contando incluso con una fiesta local que tiene lugar en otoño: La Fiesta de la Recolección del Pero.
El artista ha aprovechado la singularidad del edificio para abordarlo con una pintura que logra integrar la construcción en la característica arquitectura de la localidad.
Comenzamos nuestra ruta de la Sierra de la Cabrera visitando el municipio de Valdemanco, donde la celebración en Carnaval de la fiesta de “La Vaquilla” es una de las festividades tradicionales más significativas. Esta festividad nos recuerda el fin del invierno, también es un ritual de paso de los mozos del pueblo y además nos recuerda la tradición ganadera del territorio serrano. Las vaquillas son, en realidad, los mozos del pueblo disfrazados con enaguas blancas, cintas de colores, cuernos y cencerros, que corren detrás de grandes y pequeños.
A tan solo 10 minutos en coche nos encontramos con nuestro siguiente destino, Bustarviejo. Este mural tiene como elemento principal una mariposa de la especie “Graellsia Isabellae”, clasificada en la categoría de «Interés Especial» por el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas de España, y que se encuentra presente en el término municipal de la localidad y también en gran parte de la Sierra Norte de Madrid.
Continuamos nuestro camino hacia Navalafuente, pueblo donde la fiesta de “La Vaquilla” es también una de las festividades tradicionales más significativas. Las vaquillas son, en realidad, niños del pueblo disfrazados con telas blancas, cintas y pañuelos de colores y cuernos que las familias cosen en los días previos, estos niños son guiados por un “alcalde” y corren detrás de grandes y pequeños. Es una fiesta que reúne a una población intergeneracional y que, además, es respetuosa con los animales.
Cabanillas de la Sierra – Miquel Wert
Seguimos con el coche hasta Cabanillas de la Sierra, localidad donde se rodaron algunas escenas de la película “Jenaro, el de los 14” (dirigida por Mariano Ozores, 1974). El artista ha creado un díptico que representa, de un lado al pregonero Jenaro junto a una imagen del pueblo. De otro lado, un ciervo bebiendo de una fuente, inspirado en la fábula clásica de Esopo “El ciervo y su reflejo”, una fábula que -afirma Wert- “simboliza el valor de lo útil y lo auténtico frente a lo superficial, un mensaje que también se refleja en la historia de Jenaro”.
Nuestra siguiente parada es el pueblo de Redueña, localidad donde el almendro es un árbol característico del paisaje. Esta obra es, por tanto, un homenaje al almendro. En la composición se aprecian diferentes elementos, como la flor, hoja y también el fruto en diferentes estados de floración y maduración.
Cotos de Monterrey (Venturada) – Brea
Seguidamente llegaremos a Cotos de Monterrey ubicado en la localidad de Venturada. En esta pintura el artista recrea unas “criaturas mitológicas” que viven en lo alto del depósito de Cotos de Monterrey: los “guardianes de la comarca”. Inspiradas en la historia de la fauna de la Sierra Norte de Madrid y del Parque Nacional Sierra de Guadarrama, observamos, por un lado y mirando al pasado un pegaso con cuerpo de gamo y alas de rabilargo. Por el otro lado, observamos un corzo con alas de milano real.
Por último, terminaremos la ruta en El Vellón. Para la realización de este mural el artista ha representado un bodegón en el que recoge los principales elementos del día a día de un pastor de esta localidad. El artista centra el punto de atención en las manos del pastor y los objetos que le acompañan en tantas horas pastoreando sus cientos de ovejas. Manos y objetos nos hablan del trabajo de la ganadería ovina, del paso del tiempo y del amor por la naturaleza, los animales, y por un oficio intergeneracional.
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