• Los desconocidos de la Sierra Norte de Madrid

    La Sierra Norte de Madrid está compuesta de 42 municipios, algunos de los cuales destacan y se dan a conocer dados sus importantes recursos o reconocimientos, pero no nos podemos olvidar de pequeños pueblos o microdestinos que nos muestran encantos naturales y culturales, a la vez que nos hacen retroceder en el tiempo comprobando las tradiciones y formas de vida de años atrás, lo que podemos llamar “los secretos de la Sierra Norte”.

    En estas líneas vais a descubrir algunos de ellos.

    Comenzamos con el municipio de Valdemanco, el cual dependía en la antigüedad de Bustarviejo y ambos pertenecían a la Villa y Tierra de Segovia hasta 1833, cuenta con rutas interesantes como pueden ser la ruta de la Vereda de los Muertos (era el camino usual para llevar a enterrar a los muertos al Convento de San Antonio cuando Valdemanco carecía de cementerio), la Ruta de Granito que nos da a conocer el relieve de la zona, la Senda de los Huertos en la cual caminaremos a la orilla del Albalá entre vegetación de ribera, el Camino de los Pastores lo que nos permite hacer un viaje en el tiempo pasando por la Cañada Real, o la ruta de las Huellas de la historia donde podemos ver el paisaje de la zona así como las prácticas agrícolas y ganaderas tradicionales.

    Berzosa del Lozoya también conocida como “el balcón de la Sierra Norte de Madrid” dado que la altitud a la que está situado nos permite tener unas de las mejores panorámicas de la Sierra Norte de Madrid, se trata de un municipio muy indicado para deportistas ya que nos ofrece diferentes sendas con varios niveles de dificultad para disfrutar de la naturaleza, así como la realización de actividades al aire libre como pueden ser el parapente, escalada, cicloturismo o actividades náuticas en época de calor; así como actividades culturales todo el año. Respecto al patrimonio arquitectónico destaca por su temática religiosa representada sobre todo por la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XVII aunque tuvo que reformarse tras la Guerra Civil. La distribución del interior del núcleo urbano obedece a unos patrones singulares que vienen explicados por su ubicación de montaña, siendo la arquitectura civil resultante característica de la zona. Podemos ver reflejada la huella de un pasado ganadero con elementos como un lavadero del año 1940, un potro de herrar y la Fuente de la Hontana. No debemos olvidar que el embalse de El Villar, con una de las primeras presas construidas de la Comunidad de Madrid, ocupa una parte del término municipal.

    La Acebeda, municipio de 60 habitantes que debe su nombre a los numerosos acebos en el territorio, el cual alberga el mayor bosque de acebos de la Comunidad de Madrid. Cabe destacar que las primeras fuentes históricas que atestiguan el nacimiento de la villa datan de época de la Reconquista, cuando se comenzaron a edificar casas por parte de los pastores que conducían sus rebaños hacia las rutas trashumantes. Prueba de ello es que la Cañada Real Segoviana recorre el término municipal bajo el nombre de “Calle del Puerto” transportándonos a épocas pasadas en que la economía se basaba en la explotación agropecuaria. Esta vía constituyó durante siglos la principal infraestructura trashumante en Castilla, y en la actualidad comunica, junto con numerosas vías pecuarias, reservas y espacios naturales de un elevado valor biológico y paisajístico. Ello hace especialmente indicada la práctica de numerosas actividades de exterior como el senderismo, el ciclismo o la hípica. Se puede visitar la Fragua, un magnífico ejemplo de la arquitectura rural municipal, albergando en su interior el antiguo horno del herrero, así como un fuelle y un yunque, y en el exterior un potro de herrar; así como la iglesia barroca de San Sebastián del siglo XVII y el santuario de la Fuente del Saz, una gruta artificial de reducidas dimensiones situada en la ribera del arroyo de la Dehesa a 2 km del núcleo urbano, la cual alberga una talla de la Virgen.

    En el municipio de Robregordo podemos volver a la ruralidad de años atrás, rodeado de un paisaje totalmente escarpado, siendo uno de los últimos municipios de la Sierra Norte de Madrid antes de salir de la Comunidad y el más pequeño en población con menos de 50 vecinos a día de hoy viviendo en el pueblo. Se trata de un enclave magnifico para los amantes de la naturaleza, comenzando a escasa distancia el centro urbano la Dehesa Boyal, un enclave de alta relevancia paisajística y ecológica en razón del elevado número de especies vegetales que se localizan aquí, aunque su principal recurso de naturaleza es su Acebeda, donde es muy posible que en este territorio existiesen urogallos en el pasado, pues las “bolitas rojas” del acebo son su alimento preferido. Para los amantes del senderismo hay bastantes vías pecuarias que recorren el municipio: la propia Cañada Real Segoviana forma la Calle Real, así como diferentes rutas de senderismo por la Acebeda. Respecto a los elementos arquitectónicos cabe destacar la Iglesia Parroquial de Santa Catalina construida a mediados del siglo XVII y fue remodelada en el siglo XX. También cuenta con el área recreativa “El Plantío” en la parte alta del municipio, siendo punto de salida de rutas municipales y un espacio perfecto para realizar barbacoas además de contar con un campo de fútbol. Es curiosa la vecindad y colaboración entre sus residentes con el ejemplo que desde hace varios años se celebra “Robregordo en Acción”, un evento solidario cuyo objetivo es la recaudación de fondos destinados a distintas entidades que ayudan a colectivos vulnerables.

    Seguimos con Madarcos, municipio del Valle Medio del Lozoya situado en un emplazamiento privilegiado de la Sierra Norte de Madrid. Debemos hacer referencia a la espléndida arquitectura popular de la villa, cuyo núcleo urbano pervive sin grandes modificaciones desde época medieval. A cada paso encontramos elementos que nos hablan de la actividad económica tradicional por excelencia en estos parajes: la ganadería. Se pueden observar varias edificaciones tradicionales, en general de una sola planta, cubierta a dos aguas y con muros de mampostería realizados con rocas de granito y esquisto. Entre edificios encontramos huertas y corrales con muros de piedra, así como el Potro de Herrar, el Reloj de Sol, y el conjunto arquitectónico del Ayuntamiento (junto con el Consultorio han recibido un premio de calidad de la CAM). Al hablar de patrimonio religioso hace falta mencionar la Iglesia Parroquial de Santa Ana, construida en el siglo XVII y singular por su espadaña. En cuanto a festividades, encontramos “Madarcos Ayer y Hoy” celebrada el 4 de octubre, se trata de una fiesta de recuperación de actividades tradicionales en la que se elaboran rosquillas y pestiños y se expone utillaje tradicional, lo que nos permite transportarnos en el tiempo al pasado. Hay varias rutas de senderismo que parten del núcleo urbano, destacando la del Herrero que según los lugareños, corresponde al trayecto que efectuaba el herrero que residía en Horcajuelo, el cual se desplazaba hasta la herrería ubicada en el actual Bar La Fragua; o la ruta Circular Sur, ambas recorren enclaves naturales de gran valor ecológico y obras hidráulicas como el Embalse de Puentes Viejas.

    Finalizamos con Navarredonda-San Mamés, enclave de ubicación privilegiada enmarcado por numerosos arroyos que vierten sus aguas al embalse de Riosequillo. Con vistas a los Montes Carpetanos, este paisaje situado en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama es un territorio de gran riqueza ecológica. Durante la Guerra Civil se estableció en Navarredonda un destacamento republicano, cuyo puesto de mando se emplazó en la Ermita de San Mamés, siendo el lugar de coronación en 1504 de Juana la Loca durante su corto reinado de apenas dos años. Cuenta con la ruta de la impresionante Chorrera de San Mamés, uno de los saltos de agua más altos de la Comunidad de Madrid (30 metros), procediendo sus aguas del arroyo de Pinilla. Se trata de un entorno perfectamente adecuado para la práctica de deportes de montaña, con rutas que permiten disfrutar de espectaculares vistas del Valle del Lozoya. El Ayuntamiento de Navarredonda-San Mamés ofrece información sobre rutas desde el municipio hasta este salto de agua, así como rutas en el Parque Nacional.

    Todos ellos disponen de restaurantes y alojamientos que nos pueden ser de interés durante la visita.

     

    ¿Te atreves a visitar la Sierra Norte y descubrirlos?

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