El “pero” es un tipo de manzana de textura consistente y sabor dulce. Existen tres variedades “Pero de Aragón”, “Pero Real” y “Pero Pardo”. Históricamente, esta fruta ha supuesto una seña de identidad del municipio y ha contribuido a su desarrollo. Desde antaño se cultivaba para su comercialización, aparte de para su consumo, resultando un pilar económico de vital importancia. Las crónicas cuentan que, antiguamente, era vendida hasta en la Villa y Corte de Madrid, en lugares como el Mercado de La Cebada y llegó a consumirse incluso en la Casa Real.
Esta celebración anual supone un reconocimiento a la calidad de las pequeñas producciones autóctonas de la Sierra de Rincón, e impulsa la conservación y el aumento de cultivos, potenciando, a su vez, la diversidad genética agrícola. Es durante este mes cuando la mayoría de las familias del pueblo preparan los aperos y sobraos de sus viviendas para recolectar y almacenar la fruta cuidadosamente.